Prepárate para ser un robot que necesita piezas para reconstruirse.
Juegos del género roguelike se han visto muchos, tanto buenos como otros que es mejor olvidar después de una o dos partidas. Pero no es tan frecuente descubrir uno que cuente la historia de un robot que se está reconstruyendo mediante las piezas que va encontrando de otros robots en sus salidas de exploración. Este es el concepto de Cogmind, que además cuenta con una estética indie de lo más diferente y original.
Escenario vivo y envolvente
Para crear Cogmind sus desarrolladores querían dotar al juego de una estética totalmente opuesta a la de otros roguelike. Era necesario sentir que se estaba explorando un mundo de ciencia ficción, tecnología y robótica y por ello se ha elegido una paleta de colores oscura en la que predomina la combinación de negro y verde. Los primeros minutos de partida pueden ser complejos, pero una vez el jugador se introduce en la propuesta no le costará disfrutar de todo lo que proporciona el juego. En especial destacan sus batallas tácticas por turnos, en las que habrá que hacer uso de toda la habilidad posible para salir victoriosos.
Luchar, esquivar e infiltrarse
La exploración y la forma en la que el robot de Cogmind se introduce en el mundo que le rodea recogiendo piezas y reconstruyéndose está bañada por todo tipo de elementos que hacen la jugabilidad más variada. El sistema no consiste simplemente en explorar, luchar y recoger, sino que hay que esquivar oponentes a los que no se pueden derrotar, infiltrarse y colarse por lugares complejos. El juego siempre tiene algo con lo que sorprender.